lunes, 4 de octubre de 2010

EL NIÑO PERRO (EVA HORNUNG)


El niño perro de la escritora australiana Eva Hornung se enmarca dentro del tema de los niños salvajes. Un tema que tiene raíces muy antiguas, pues ya en la mitología asoma su presencia (Rómulo y Remo, por ejemplo), aunque será en la literatura donde el filón crezca con fuerza. A veces, asentado en el eco de una cruda realidad (Víctor, el niño salvaje de Aveyron), y, en otras, sobre mimbres puramente literarios (Mowgli y Tarzán).
El niño perro está inspirado en un conocido caso reciente: el de un niño moscovita, Ivan Mishukov, que, abandonado a los cuatro años, logra sobrevivir al hambre y al frío al compartir su vida con una manada de perros semisalvajes, durante dos años, en las afueras de una gran ciudad.
La novela, narrada por el niño protagonista, explora la tierra de nadie entre el animal (perro) y el ser humano (hombre). Es muy interesante el retrato de los miembros de la manada y las diferencias entre los miembros de una estructura social, férrea y disciplinada, mientras todos habitan el sótano derruido de las afueras de la gran ciudad, entre un mundo de olores, caricias y gruñidos .
La novela posee intensidad, sensualidad y realismo, siempre convincentes que, además, están despojados de sentimentalismo y, sobre todo, es una incitación a reflexionar sobre lo que significa ser animal o ser humano o, también, acerca de la débil linea roja entre civilizado o salvaje.

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