"El hombre es esclavo de mil creencias: cree que existe el día de
mañana, y jamás se ha movido del aquí y ahora. Cree que hay algo así como lo conveniente
e inconveniente, sin ver la agilidad con que lo malo deviene bueno y viceversa.
Cree que existen realmente las ganancias y pérdidas, como si la muerte no
existiera. En definitiva, cree devotamente en su persona, que lo esclavizará mientras
viva entre ilusiones. Este es el diagnóstico que hace este ensayo. ¿No es la
vida en el tiempo, en su espléndida gratuidad, un sueño al fin y al cabo? ¿Es posible que despertemos,
reconociéndolo como tal, al fraternal desapego, a esa lucidez insobornable del
amor, a la belleza dada? Sólo mediante una cabal práctica de vida: desoírse y
sentarse en la evidencia. ¿Cabe una religiosidad que vaya contra toda creencia,
que nazca allí donde el alma se ha librado de sus dos peores carceleras, la
imaginación y la esperanza? La propuesta de este libro es clara y radical: la
auténtica religiosidad sólo puede ser el fruto de la extrema pobreza, la que
nada ambiciona, la que nada se arroga, la que sabe sin saber y hace de la
eterna desposesión su morada de alegría. El que haya tocado el fondo de sus
desengaños y esté ansioso por iniciar la aventura de dar consigo en su cumplida
desnudez, encontrará en este libro, cuyas palabras bullen en la vivaz
temperatura de la poesía, el aliento de muchos de los hombres que lo
precedieron en el hallazgo de lo desconocido, de lo increíble, de lo inmediato,
de lo enteramente nuevo y vivo".
Vicente Gallego ha publicado varios libros de poemas, entre los
que destacan Santa deriva (Premio Fundación Loewe de poesía y Premio Nacional de la
Crítica), Cantar de ciego, Si temiérais morir
y Mundo dentro del claro. Desde hace
trece años trabaja en el monte como pesador en el vertedero de residuos urbanos
en de Dos Aguas (Valencia).
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