"Cuando llegué al sector
occidental de Berlín en 1983 tuve la peregrina idea de sobrevivir como
corresponsal extranjera en esta ciudad que entonces estaba dividida en dos.
Nada más difícil. Hasta poco antes de la caída del muro, Berlín no tenía ningún
interés para los medios de comunicación. Para mí sin embargo fue un destino de
privilegio: en menos de veinte cuadras a la redonda sentía respirar la
historia. El pasado de la guerra, el presente dividido en los dos sistemas que
pugnaban por el control del mundo, el futuro multicultural, entrometido y
mestizo, todo éso veía deslizarse por las calles y los barrios del Berlín
Occidental. Entonces decidí escribir sobre lo que a mí me interesaba, desde el
hundimiento de un barco llamado Amor, la descripción del sitio donde estaba mi
oficina o escenas en el mercado, el protagonismo en estas notas lo ejerce la
vida cotidiana. Son algo así como la otra crónica, la otra cara de esta
metrópoli que después estuvo en el centro de la noticia y cuya coyuntura
también registré. Como una prolongación del viejo ejercicio de escribir cartas,
estos textos hablan desde mi perplejidad y el asombro, evocando una ciudad de
gentes desde las costuras que la hicieron famosa"
miércoles, 25 de febrero de 2015
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