lunes, 15 de junio de 2009

¿BATALLA PERDIDA?

Santos Sanz Villanueva me escribe con motivo del último libro que he publicado (el breve ensayo"Cuando es larga la sombra") y ambos volvemos a mencionar posturas de hace un par de años por lo menos: En la ya vieja lucha, digamos, entre la "pureza" -¿existió de verdad?- literaria y la fuerte contaminación que le inyecta la presión del mercado desde hace un tiempo, la batalla parece perdida -Santos Sanz dice "está", no "parece"-. A favor del mercado, claro. Llevó 19 años, desde 1990 (ésa es la fecha -¡dios!, la de tiempo que ha pasado- en que vio la luz mi "Narrativa o consumo literario" en Prensas Universitarias de la Universidad de Zaragoza-), enzarzado con una línea de reflexión que me agota. Hay que hilar muy fino, porque la presencia del mercado en sí no creo que sea negativa. Sí puede serlo, en cambio, la excesiva fuerza domesticadora que contiene; una fuerza que ataca a todos cuantos participan en el triple acto -creativo, difusor y lector- que engloba la presencia de una obra literaria en la sociedad.

Pero en esta "noticia" no quisiera hablar de la "batalla perdida", sino de los comentarios y cartas que voy recibiendo. Nunca he sido pesimista en este terreno de literatura/mercado. Si lo fuera, no malgastaría energías en balde. Creo que se escriben reflexiones para advertir de algo, para difundir sus pros y contras, para recibir respuesta... Y respuestas se han producido. Algunos son viejos conocidos, colegas a vueltas con el tema o investigadores de cultura que, atentos, andan a la última. Otros, a los ni siquiera los conocía, me han sorprendido con sus correos. Los creía alejados de esta temática y, sin embargo, han leído el librito y sus observaciones son, por lo general, más tajantes, más preocupadas. En una palabra, que hay gente fuera del territorio por el que, a veces, transita mi afición reflexiva, que sienten el aliento del mercado contaminador. Lectores atentos y profesores que aman la literatura y que animan a seguir en el parapeto vigilando la sociedad de mercado que nos envuelve.

Los hay que me piden mayor contundencia y que creen equivocado el título que yo le he dado al ensayito."Cuando es larga la sombra", les parece poco combativo. Otros me dicen, una vez remitida mi respuesta, de que si la batalla está perdida, no lo está guerra... Y me sorprendo al ver el vocabulario militar que aflora. Y la gente que está "preocupada" por este tema.

Ante los comentarios y cartas recibidas, llego a pensar que, tal vez, la actual situación sea tan sólo el "pico" de un ciclo. Al fin y al cabo, bien podría cuadrar la historia del péndulo que viene y va -eso sí, cambiando las circunstancias-. Y soprendente también de donde vienen los correos: salvo algunos de Madrid, muy concretos y hasta lógicos por ser personas que vienen cavilando sobre el tema, apenas hay presencia de focos editoriales. Sí, de profesores universitarios, bastantes lectores y muy pocos escritores. La sombra, tal vez sea menos larga, pero es.

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