LECTURAS MUY RECOMENDABLES

Estoy leyendo a dos grandes escritores, admirados amigos, que acaban de publicar una nueva obra. Otros dos están a la espera.
Por un lado, José María Merino, reciente académico de la Española -no os perdáis su dicurso de ingreso en favor de la lectura y la literatura, sesudo, sugerente, mágnífico- que, en Seix Barral, entrega “La sima”. Una novela interesante, a vueltas con la violencia, donde se recuerda que la memoria puede servir para mucho más que su uso como tema literario -las modas, siempre las modas, pueden matar ideas de calado y enjundia. Afortunadamente, en manos de Merino, no -. Las sombras del ayer que pueden explicar el hoy y, además, prevenir el mañana.
Por otro, un libro plural, “Mañana no será lo que Dios quiera”, del poeta Luis García Montero, quien partiendo del conocimiento y la amistad con el poeta Ángel González, fallecido el pasado año, edifica un soberbio texto donde aglutina, con alucinante orfebrería, los géneros más diversos sin que el lector mueva ni una pestaña -biografía, novela, poesía, teorización casi de ensayo...- y, también, haciendo uso de una intertextualidad siempre grata, sugerente, emotiva y cargada, a la vez, de reflexión. Una auténtica, por partida doble, gozada literaria. Para quienes amen la literatura de verdad.
A la espera, sobre la mesa, entre un montón de libros que me llaman, dos lecturas ya en cola. Una todavía sin leer: “La noche del diablo”, de Miguel Dalmau en Anagrama (más conocido por su labor ensayística, al menos para mi) y, otra, gran medida, para degustar el inmenso placer de cualquier relectura deseada: “Aeropuerto de Funchal”, de Ignacio Martínez de Pisón (también en Seix Barral), donde el zaragozano retoma lo más granado de sus cuentos.