Luis Buñuel fue espiado por el FBI durante sus visitas a Estados Unidos. Éste es uno de los datos inéditos más importantes de los muchos que aparecen en el ensayo, El ermitaño errante. Buñuel en Estados Unidos, de Fernando Gabriel Martín (Ed. Filmoteca Regional Francisco Rabal).
La obra, muy documentada, es el resultado de una exhaustiva consulta(archivos de Nueva York como el Rockefeller o las Universidades de Columbia y Nueva York; los archivos Nacionales de Washington; y archivos de Los Ángeles como los de las Universidades de California y Sur de California y Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas).
El informe que la agencia del todopoderoso J. Edgar Hoover dedicó al director de «Un perro andaluz», desclasificado recientemente, muestra que, durante tres décadas, Buñuel fue controlado por el FBI y el Servicio de Inmigración. Hoover y los suyos se obsesionaron con el gran tema tabú en la biografía del realizador: el comunismo. Buñuel padeció una persecución parecida a la de Chaplin o Einstein por sus simpatías con la izquierda de la época. En Buñuel confluían también el ser un exiliado español y autor de una película calificada de blasfema por muchos, «La edad de oro».
Un libro para devorar.
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