El 9 de marzo, la periodista Rasha Azeb participaba en una manifestación en El Cairo cuando fue detenida por el ejército junto con al menos otras 17 mujeres.
Luego, fueron llevadas a una prisión militar donde, según su relato, las esposaron, insultaron, golpearon, torturaron con descargas eléctricas y obligaron a quitarse la ropa para registrarlas ante la mirada de hombres que las fotografiaban.
Para terminar, un hombre las sometió a 'pruebas de virginidad', amenazándolas de que las que no fueran vírgenes serían acusadas de prostitución.
En Egipto, millones de personas confían ahora en la esperanza de un futuro mejor. Sin embargo, el cambio no será suficiente si las mujeres y las niñas no pueden opinar y participar sin ser detenidas, torturadas, discriminadas...
Luego, fueron llevadas a una prisión militar donde, según su relato, las esposaron, insultaron, golpearon, torturaron con descargas eléctricas y obligaron a quitarse la ropa para registrarlas ante la mirada de hombres que las fotografiaban.
Para terminar, un hombre las sometió a 'pruebas de virginidad', amenazándolas de que las que no fueran vírgenes serían acusadas de prostitución.
En Egipto, millones de personas confían ahora en la esperanza de un futuro mejor. Sin embargo, el cambio no será suficiente si las mujeres y las niñas no pueden opinar y participar sin ser detenidas, torturadas, discriminadas...
(Fuente: Amnistía Internacional)
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