Lleva ya un año "Aragonesa del Arte", mi sala de arte preferida en Zaragoza,ofreciendo sorpresas de altura. Hoy, casi a mediodía, antes de ir a una cita cultural en el Paraninfo, como no podía estar en el "sarao" de la tarde, me he acercado a la calle Fita (nº 19, Zaragoza, 50005)y allí, en la más íntima soledad, acompañado de Montse y Mariano -enamorados del buen hacer y gozosos de lo que han montado- y de Enrique Larroy he disfrutado casi en solitario de quienes cuelgan en la sala y de lo que exponen. A Larroy, que lo conozco desde los años de la Sala del Mixto 4 (allá por los 80), ni siquiera le he preguntado por sus cosas, ni siquiera por lo expuesto. Somos más que viejos conocidos de eventos culturales. He preferido mirar en silencio lo colgado. Sí que me he detenido en Lina Vila y su árbol-homenaje paterno. Hay algo en esta chica que tira de mí. Después, Sinaga, Tena y María Buil.
Entre bromas y mis despistes, Montse me ha acercado el librito de "Afinidades" en el que Larroy ha estampado la firma ("Al señor Acín -pone con sorna-, primer visitante de la expo")y que me ha permitido devorar, en un pis pas, los textos de Grasa, Vilas, Jiménez, Ratia y Romeo. Pinta bien la historia con dirección de Chus Tudelilla. Quizás los hermanamientos entre distintas facetas de arte debieran proliferar en la, cada vez menos, “gusanera zaragozana”. Enhorabuena a Aragonesa del Arte que observo que, además de apostar por la cultura, persiste en montajes y exposiciones que cuestan dinero. Así ha sido siempre la vida, unos hablando y otros cardando la lana.
No se lo pierdan.
martes, 2 de junio de 2009
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